Naide y JuanPa, compitiendo por la mejor foto del viaje. |
Bueno, la introducción ha sido un poco viajada (haciendo homenaje figurado a nuestro blog). Realmente, donde queremos llegar hoy es a esa gran preocupación que a veces se nos pasa por la cabeza cuando vamos a los lugares: ¿Y qué hay allí que merezca la visita/foto? Ah, menos mal que Google siempre está ahí para echarnos una mano.
-A ver, Colonia… No, descarta la última
creación de fulano… Aroma… ¡No! Bien, busca por fotos: Colonia, Alemania… ¡Anda
mira, pues también tiene que ver con perfumes! Bueno, a ver. Una catedral, una estación
al lado (qué curioso) y un puente… Qué buena combinación para la foto. Y por
allí, paseo en barco, barrio, murallas… ¡decidido, nos vamos a Colonia!
¿Y qué
es lo que hemos encontrado en Google? Pues fotos, principalmente, acompañando
páginas y blogs como la omnipresente Wikipedia o Blogger, con información que
¡sí, también podemos leer! Y si ya vamos más allá, hasta nos habremos dado un
paseo por Google Maps o Google Earth donde se abre el inmenso abanico del
imaginario de Panoramio, bendita herramienta que ya nos dice hasta desde donde
sacar el mejor ángulo del monumento o edificio que vamos a inmortalizar (o
‘postalizar’, arte de usar nuestra cámara para competir con las supervivientes
del souvenir postal).Sí, Colonia, su catedral y la estación. El puente y el río los dejamos por el lado de allá. |
Hoy en
día la fotografía de viajes es uno de los principales alimentos de redes
sociales gráficas. Nos referimos a la ya citada Panoramio, a Flickr o a
Instagram. No así la recién aparecida y ya exitosa Pinterest, cuyo foco es más la
foto decorativa y culinaria que la de exteriores. También las clásicas Facebook y Twitter, y aún las decadentes Tuenti u Orkut (intento previo de Google de
entrar en el mercado, sólo con repercusión pan-americana) registran una gran
actividad cuando el interesado o interesados vuelven de un viaje. Me olvidaba:
y también durante, que ahora cualquiera tira una foto, trata, añade un
comentario y suelta a los cuatro vientos interneteros.
Villalumbroso (Palencia). Porque para viajar no hace falta ir muy lejos. |
Como
las posibilidades de recorrer con cierta facilidad los rincones más ignotos del
planeta, la fotografía se ha convertido en una democracia absoluta. Cualquiera
tiene el poder de sacar una foto espectacular allá donde nunca imaginó que
llegaría y, al poco tiempo, hacer que cientos, miles de personas, tengan acceso
a ella. Steve McCurry y los chicos de la National Geografic ya
no dan tanta envidia gracias a esas redes sociales con mil veces más
divulgación que la revista del borde amarillo y a esas cámaras/teléfonos con
estudios de fotografía integrados. Y claro, esas redes sociales también hacen
la función de aquellas revistas en cuyas páginas dejábamos arrastrarse nuestra
imaginación, soñando con viajes al fin del mundo, estudiando composición,
estilo e iluminación de cada foto, devorando cada descripción, soñando con
hacer algún día esas mismas rutas, esas mismas fotos.
En fin. Que si en los próximos meses vas a viajar, ya sea a algún
extraño país del mundo adelante como a los confines de su provincia o de su
ciudad, aprovecha para documentarte. Abre alguna de las propuestas arriba
referidas (o simplemente busca en Google, que para eso está) y ve de antemano
qué es lo que vas a encontrarte en tu viaje. ¿Ventajas? Todas las del mundo: En
Panoramio/Google Earth, no sólo documentar la vista como la posibilidad de ir
trazando rutas sobre los mapas satélite tridimensionales y los collages
panorámicos compuestos por aportaciones de fotógrafos del mundo todo. También
en Flickr, donde desde hace algún tiempo ya cuenta también con la marcación
mapeada de las imágenes subidas. Y no podemos dejar de recomendar las siempre
fantaseadas y particulares visiones de Instagram, red donde no cuenta tanto el
qué se fotografía cuanto el cómo llamar más la atención con la imagen… Otra
perspectiva.
Flickr ya ofrece geolocalización para las fotos. |
¡Y lo
más importante! ¡Participa! Empiezas por las fotos de las últimas vacaciones,
sigues con alguna que tenías por el ordenador y que consideras digna de que sea
vista, luego otra, otra… Y ya no puedes parar. Como alicientes, -¡oh
competición!- el número de visitas diarias. Un detalle: en Flickr sabe eso
quien paga, que es el mismo que no tiene límite de carga de fotos. Cuando te
quieres dar cuenta, o no puedes subir más fotos ese mes, o directamente te
invita a hacerte una cuenta Premium, porque el chollo no pasa de 200
instantáneas visualizadas. El resto las va quitando de la vista, aunque las
deja ahí almacenadas para cuando te decidas a hacer las cosas como está
mandado, no tengas que empezar de cero.
Google Earth y su 'sarampión' de fotos vía Panoramio. |
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